Si estás leyendo esto
me tienes abierta en canal
entre tus manos.
Si te sumerges en estas páginas
podrás oír a la niña
que baila
dentro de mí.
Si te intercalas entre mis sílabas
verás miles de batallas
en las que luchamos
sin
merecerlo.
Si decides abarcarte entre mis letras
sentirás el fuego que enciende
la revolución de las mujeres.
Y entonces,
cuando esa chispa
de amor propio y revolución
se enciende en el pecho,
ya sí que no hay marcha atrás.